No te confundas, amigo, el buen poeta
debe mutar la pluma en metralleta,
debe mudar sus versos en espadas,
trocar el vino por sangre, si se tercia.
No te confundas, la paz y la palabra
hay que regarlas con lágrimas de fuego,
hay que arrancarles de cuajo la cizaña
y recoger su cosecha, verso a verso.
No te confundas, amigo, la belleza
es el lamento del alma dolorida,
es el reflejo de la verdad eterna,
es la borrasca que arrasa la mentira.
“La poesía es un arma cargada de futuro”
.... y en el gatillo, el dedo del poeta.