Cuando perdamos el Norte
y el timón muerda la arena
y la furia de las olas
haga crujir las cuadernas.
Cuando los vientos helados
nos acuchillen las velas
y los fuegos de San Telmo
arrasen por la cubierta.
Cuando la brújula gire
como una oscura ruleta
y hayan ardido los mapas
y no se vean estrellas.
Cuando las rocas destrocen
el casco de tu patera
y el mar enseñe sus fauces
como una arpía siniestra,
rema con fuerza y no escuches
los cantos de las sirenas,
aunque las manos te sangren,
aunque te falten las fuerzas
y hasta los ojos te abrasen
con lágrimas de laqueza.
Rema con fuerza, ¡tú puedes!
eres mujer y eres hembra,
el ser más fuerte y más duro
que Dios sembrara en la tierra.
Achica el agua a puñados,
cose a mordiscos las velas,
ruje más fuerte que el viento,
clava tu proa en la niebla,
rompe la bruma a zarpazos
y bébete las estrellas
que el puerto te está esperando
allende de la escollera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario